Anatomía de la espalda

La espalda se constituye como una sucesión de piezas –vértebras- unidas entre sí por una serie de elementos: ligamentos, discos intervertebrales, apófisis articulares, etc.
La espalda humana se compone de 33 vértebras, distribuidas de la siguiente manera:
7 vértebras cervicales.
12 vértebras dorsales.
5 vértebras lumbares.
5 vértebras fusionadas en el hueso Sacro.
Coxis, vestigio de las vértebras de la cola en los homínidos.

Cada vértebra presenta una estructura y función característica, pero todas presentan una estructura común, que se describe seguidamente, para posteriormente pasar a describir la “vértebra tipo” de cada grupo de los vistos anteriormente.

VÉRTEBRA TIPO

Todas las vértebras presentan la siguiente estructura:
Cuerpo vertebral: sirve de soporte y reparto de presiones.

Disco intervertebral: sirve para amortiguar las fuerzas, estableciéndose un reparto de presiones. Transforma esfuerzos generalmente verticales en esfuerzos horizontales.
Se compone de anillo fibroso y núcleo pulposo.

El anillo fibroso es una estructura compuesta por 7 capas concéntricas de fibras colágenas que “encierran” al Núcleo pulposo, estructura esférica compuesta por agua, colágeno, sulfato de condroitina, etc, y que sirve para el reparto de presiones. Este sistema está en estado de pretensión, lo que le confiere unas propiedades especiales de viscoelasticidad y resistencia.

Cuando el disco soporta un esfuerzo vertical, la fuerza actúa sobre el Núcleo Pulposo y éste, al estar encerrado por el Anillo Fibroso, transmite dicha fuerza en un sentido horizontal, de manera que el Núcleo Pulposo soporta el 75% de la carga y el Anillo Fibroso el 25% de la carga.

El Núcleo Pulposo tiene un alto contenido en agua, lo que le confiere una elevada presión hidrostática. Al estar encerrado entre las fibras del Anillo Fibroso, su acción se asemeja a la de una pelota de goma, amortiguando los movimientos de las vértebras.

EXPERIENCIA DE HIRSCH

Cuando sobre un disco intervertebral precargado, como suele ser normal debido al peso de las estructuras superiores al mismo, se aplica una carga bruscamente, el espesor discal pasa por un mínimo y luego por un máximo, como si rebotara, amortiguándose al instante la fuerza aplicada.

Si la sobrecarga es excesiva, esta reacción oscilante puede romper las fibras del Anillo fibroso.

El disco, como ya se ha visto, es una estructura con un comportamiento viscoelástico, por lo que necesita cierto tiempo para recuperar su forma original, hecho que se produce principalmente por la rehidratación del disco.
Si este tiempo es demasiado corto, se puede llegar a romper el fino equilibrio y producirse una alteración de deformación plástica, compatible con alguna de las lesiones discales que se tratarán más adelante.
El movimiento de las vértebras afecta a la posición relativa del Núcleo Pulposo desplazándolo al lugar contrario al que se produce el movimiento, p.ej: Si se realiza una flexión hacia delante, el núcleo es proyectado hacia atrás.


Este movimiento está limitado por la presión que ejerce el Núcleo Pulposo sobre las fibras colágenas del Anillo, que es similar al efecto de empujar con un dedo una cuerda fija en sus dos extremos a sendas estructuras móviles: se produce un acortamiento del radio de la cuerda.


Los movimientos forzados y repetidos hacen que el Núcleo Pulposo choque con las fibras del anillo, desgastando progresivamente las fibras y debilitando la capacidad de contención del mismo, pudiendo producirse la salida del núcleo pulposo fuera del anillo, situación denominada hernia discal. Más adelante se verá con más detalle esta patología.

Apófisis articulares, sirven para la unión “fina” de las vértebras, proporcionando diferentes grados de movimiento.

En la columna vertebral se diferencian tres columnas:

Columna anterior: formada por los cuerpos vertebrales y el disco intervertebral. Es una columna de soporte de cargas.

Columnas posteriores: son dos. Están formadas por las apófisis articulares. Sirven para el movimiento de las vértebras. Varía según el tipo de vértebra de que se trate.

Apófisis transversas: su principal función es el de servir de origen e inserción de la musculatura dorsal. Las correspondientes a las vértebras dorsales se articulan con las costillas.

Apófisis espinosa: proporcionan protección a la médula espinal, además de servir de origen e inserción de diferentes músculos de la espalda y tronco.

Pedículos vertebrales: constituyen el punto de unión del cuerpo vertebral con las apófisis transversas.

Láminas vertebrales: constituyen el punto de unión de las apófisis transversas con la apófisis espinosa.

TIPOS DE VÉRTEBRAS

Vértebras cervicales (7)

Su función básica es proporcionar movilidad al cuello y cabeza.

Son delgadas y presentan un canal raquídeo muy ancho, porque coincide con el comienzo de la médula espinal.

Presentan un agujero en las apófisis transversas por donde pasan las arterias vertebrales. En situaciones de pérdida de la alineación vertebral estas arterias se retuercen, dando problemas de vértigos, cefaleas, cansancio.

Vértebras dorsales

Combinan la movilidad con el soporte de cargas.

Las dorsales uno a siete, se articulan con la cabeza de las costillas verdaderas, que son las siete primeras costillas.

Vértebras lumbares

Su función principal es el soporte de cargas y reparto de presiones.

Son vértebras con un cuerpo vertebral grueso.


La espalda forma una serie de curvas fisiológicas, establecidas durante los primeros meses de vida:

  • Lordosis cervical: se desarrolla alrededor de los 2-3 meses de vida, cuando el bebé comienza a levantar la cabeza en prono, de manera que el aumento de tono y fuerza de la musculatura posterior de cuello y cabeza genera la lordosis cervical.
  • Cifosis dorsal: suele ser una curva generada pasivamente ante el desarrollo de la lordosis cervical, por arriba, y la lordosis lumbar, por abajo.
  • Lordosis lumbar: se desarrolla sobre los 5-7 meses de vida, cuando el bebé comienza a extender los brazos en prono, descargando el peso sobre abdomen y pubis y comienza a levantar un brazo. En este momento se establece la lordosis lumbar.

MUSCULATURA PRINCIPAL DE LA ESPALDA


Músculos superficiales – fásicos
La musculatura superficial de la espalda suele presentar un contenido en neuronas motoras de tipo fásico, es decir, orientadas a movimientos cortos, rápidos y potentes.
No se pretende hace un repaso anatómico detallado, por lo que se nombrarán los músculos dorsales más relevantes:

  • Dorsal Ancho.
  • Dorsal Largo.
  • Iliocostal.
  • Trapecio.
  • Romboides.
  • Deltoides Posterior.
  • Cuadrado Lumbar.
  • Esternocleidomastoideo.

Todos estos músculos tienen influencia sobre los movimientos y posición de la Columna Vertebral.
Sus movimientos generalmente se producen en varios segmentos del raquis, por lo que su acción puede ser fácilmente verificada.

Músculos profundos – tónicos
La musculatura profunda de la espalda presenta un contenido claramente tónico, fundamentado en el control de tronco en las acciones antigravitatorias del cuerpo humano.
Los más importantes son:

  • Rectos posteriores de la cabeza.
  • Rectos anteriores de la cabeza.
  • Recto lateral de la cabeza.
  • Largo del cuello.
  • Oblicuos de la cabeza.
  • Intertransversos.
  • Interespinosos.
  • Transverso espinoso.
  • Complexos mayor y menor.
  • Esplenios de cabeza y cuello.
  • Angular del Omóplato.
  • Escalenos.

Son músculos pequeños, con fibras que a veces solo van de una vértebra a la superior, lo que hace muy difícil valorar su influencia en los movimientos y en la posición relativa de los segmentos vertebrales.

Esta musculatura es la que se suele contracturar con mayor frecuencia en esfuerzos intensos y prolongados y en situaciones de tensión que aumentan el tono muscular, debido a que no toleran esfuerzos muy intensos.

En el mantenimiento de la postura y posición de la espalda participan los músculos del abdomen y espalda, que estabilizan el segmento lumbar.

Los músculos que participan en la estabilización de la pelvis y con ello en la posición de la espalda son:

- Psoas Ilíaco (2)
- Glúteos Mayor, Medio y Menor (3)
- Isquiotibiales.
- Recto del Abdomen (1)
- Oblicuo del Abdomen.
- Transverso abdominal.
- Rotadores externos de pelvis: Piramidal, Gémino Superior, Obturador Interno, Gémino Inferior, Cuadrado crural.


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