Cómo prevenir la Fatiga Mental
La prevención de la fatiga mental debe realizarse mediante un diseño adecuado del puesto de trabajo y las tareas inherentes a este, en relación con las exigencias mentales sobre la persona, en función de los recursos que posea el trabajador para responder a dichas exigencias.
La prevención de la fatiga mental puede abordarse desde dos puntos de vista distintos:
Prevenir la fatiga mental haciendo cambios en la organización
Mejora de las condiciones de trabajo
Se centran en el estudio de las condiciones ambientales del puesto de trabajo (iluminación, ruido, calidad del aire…), elementos que configuran el equipamiento del puesto de trabajo (mobiliario, útiles y herramientas de trabajo incluyendo de manera principal, tratándose de la prevención de la carga mental, la documentación e información manejada y el tipo de soporte de dicha información), exigencias en el tratamiento de la información (percepción, recursos atencionales requeridos, memorización, cálculo numérico, razonamiento lógico, solución de problemas y toma de decisiones)
Reformulación del contenido del puesto de trabajo
Se debe dotar al puesto de trabajo de:
- Una cierta variedad en las tareas a desarrollar, tratando de definir de manera flexible las metas y objetivos de rendimiento en el puesto, procurando que los plazos / tiempos de ejecución no sean demasiado justos.
- Un cierto nivel de autonomía a los trabajadores en la realización de las tareas, evitando aquellas excesivamente simples y parceladas que carezcan de contenido para los trabajadores, para evitar los problemas derivados de la subcarga de trabajo.
Organización del tiempo de trabajo
Además de potenciar la variedad de actividades en la tarea a realizar, si esto no es posible, debe permitirse la realización de pausas que tienen como objetivo la prevención de la aparición de la fatiga mental.
Prevención de la fatiga mental actuando sobre la persona
La intervención organizacional para prevenir la fatiga mental debe ser siempre el enfoque prioritario. No obstante, en muchas ocasiones es muy útil complementarla con estrategias de afrontamiento individual.
El afrontamiento individual de la fatiga mental va a consistir en el fortalecimiento de la propia capacidad del trabajador de resistencia a la misma.
Los factores en los que se puede intervenir de manera individual son los denominados "hábitos saludables":
Alimentación
El papel de una dieta adecuada es muy importante en la prevención de la fatiga mental. Una dieta inadecuada, en la que se de una carencia de determinados nutrientes, favorece la aparición precoz y mantenimiento de la sensación de fatiga, tanto física como mental. Otro aspecto relevante es una adecuada distribución horaria de las comidas y el tiempo disponible para realizarlas.
Patrón de descanso
Como término medio, se considera necesario para las personas adultas, dormir alrededor de ocho horas seguidas. La cantidad y calidad del patrón de descanso afectan a la capacidad de resistencia frente a la fatiga.
Ejercicio físico
El ejercicio físico de intensidad moderada y practicado con regularidad está recomendado para todas aquellas personas cuyas exigencias laborales son mayoritariamente de tipo sedentario. El ejercicio físico, además de mejorar el tono muscular, ayuda a afrontar las tensiones emocionales y a mejorar el potencial reparador que tiene el descanso.
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